Fragmento

«[…] Mi intención era abrir vías por las que Ceci pudiera adentrarse, para que empezara a disfrutar profundamente de algo, y abandonara esa actitud volátil de deambular por la superficie de la realidad y optar por una ceguera que recompensa un instante, pero nunca una vida. Era como si me empeñara en transmitirle que no hay recetas mágicas sobre cómo existir, sino que el ser determinado que constituimos se gesta despacio, lentamente, mediante pequeñas decisiones que tienen como resultante una vida u otra. Por tanto, no podemos cambiar la vida que ya poseemos de un plumazo; existir, viviendo, exige paciencia, tesón y mucho esfuerzo y, claro está, una perspectiva halagüeña, hacia la que abocarse con un cierto sentido».

CÓMPRALO AQUÍ

Aguja

Clica en la imagen para comprar