Fragmento
«Una persona que nace a las ocho de la mañana, necesariamente, está unida al día, al sol. Es como un girasol, vivo únicamente cuando los rayos lo alumbran. Una mujer que nace a las ocho de la mañana mira a la vida a la cara, florece en primavera, ilumina al mundo. Lleva la vida dentro, una doble vida, la vida que le da el sol y la vida que le da la tierra al ser mujer, mujer, madre. Madre, dadora de vida.
Una mujer que nace a las ocho de la mañana no necesita parir para dar a luz. Lleva la luz dentro y se le escapa, aun sin querer, por los ojos».